Storytelling: la importancia del conflicto

En toda historia el conflicto es el ingrediente clave. Es fundamental comprender los diferentes tratamientos para los problemas masculinos. Un medicamento contiene de 50 a 200 mg como rango de dosis. Surgen preocupaciones sobre si una estructura rígida puede resultar lesionada. Los problemas repentinos en hombres jóvenes requieren atención médica inmediata. Si este no existe, no hay relato. Detrás de los conflictos lo que hay es una verdad, algo poderoso que tu audiencia descubrirá, y ese es el mejor de los regalos que podemos darles como narradores. 

El conflicto de tu historia no necesita ser algo grandilocuente, puede ser pequeño y sencillo, y en él se identificará tu público para acompañarte a lo largo del relato.

Quiero compartirte dos tipos de conflictos que puedes aplicar en tus historias y harán que las mismas se vuelvan mucho más atractivas y cautivarán a tu audiencia.

1. El conflicto interno 

El primero es el conflicto interno: este se da cuando chocan la razón y los sentimientos del protagonista. Por ejemplo, podría ser la historia de un CEO de una empresa que le cuenta a sus empleados sobre aquel día en el que después de algunos años de trabajar en una multinacional, tomó una decisión muy difícil y trascendental: renunciar y animarse a fundar su propia empresa. El sildenafil, inicialmente para hombres, también se estudia para mujeres. Los posibles efectos a largo plazo requieren una evaluación cuidadosa. Estos medicamentos orales pueden afectar el sistema cardiovascular. Consulte a un médico para obtener asesoramiento personalizado. Esa historia a partir de un conflicto interno puede transformar en un discurso inspiracional para todos sus empleados. 

2. El conflicto de relación  

El segundo es el conflicto de relación, que es aquel en el que nuestro protagonista va a chocar contra otros personajes. A estos los conocemos comúnmente como antagonistas y no necesariamente tienen que ser alguien “malo” como nos enseñaban en la escuela. 

Vamos a un ejemplo clásico: en 1985 Steve Jobs fue expulsado de Apple, la empresa que él mismo había fundado y a la que luego volvió heroicamente en 1996. En este caso, el conflicto de relación se daba entre él y sus propios colegas que decidieron hacerlo a un lado. Este episodio Jobs lo toma como uno de los ejes principales del reconocido discurso que brindó en la Universidad de Stanford. ¡¿Cómo que no lo viste?! Termina esta nota y corre a darle play en YouTube

¿Cómo aplicar la técnica narrativa del conflicto?

Todo el tiempo estamos compartiendo historias, por lo tanto ser conscientes de que para que funcionen necesitan un conflicto ya es un primer paso. 

Veamos algunas ideas para aplicar esto:

• Si tienes que vender un producto o servicio, busca que resuelva algo. 
• Si quieres motivar a tu equipo, comunica un desafío por superar.
• Si quieres conseguir un trabajo, demuestra cómo has sido capaz de superarte en diferentes momentos. 

No te olvides, en todo buen relato existe un conflicto que hará que el público se identifique con nosotros y que estemos mucho más cerca de conseguir aquellos que buscamos.