Cómo convertir al miedo en tu aliado para hablar en público?

El miedo es una de las emociones que peor “prensa” tiene. Sin embargo, pocos saben que gracias al miedo nuestra especie se ha salvado en muchas situaciones de ser extinguida. 

A lo largo de la historia, la humanidad ha evitado caer en grandes peligros gracias al miedo. Desde el inicio de los tiempos los seres humanos estamos alertas para evitar no caer en las fauces de un león o batirnos a duelo con alguien de nuestra especie que nos duplica en tamaño. Así, hemos evitado un sinfín de situaciones riesgosas que amenazaban la existencia. 

Pasaron miles de años y evolucionamos en muchos sentidos pero, emocionalmente, seguimos siendo casi iguales que aquellos primeros humanos que vivían en la sabana africana. Para nuestro cerebro hablar en público es una situación que nos enfrente a un peligro tan grande, que hasta podría poner en riesgo a la especie. Sí, así como lo lees. 

¿Por qué tengo pensamientos negativos antes de dar una charla?

“¿Estaré preparado? ¿Y si me equivoco o me quedo sin palabras? ¿Y si el público se da cuenta de mis vulnerabilidades? ¿Y si piensan que soy un fiasco y que nunca debería haberme subido al escenario? ¿Y si me agarra un ataque de pánico y me pongo a llorar?”, estas son algunas de las típicas preguntas que pueden aparecer antes de hablar en público. ¿Te ha pasado? 

A casi todos alguna vez nos han atacado este tipo de pensamientos. Y, prácticamente, todos son ficciones. Incluso sucede que por más que sean hipótesis, los empezamos a vivir como si fueran reales.

Son típicas preguntas creadas por nuestra mente con un único fin: mantenernos en nuestra zona de confort y evitar exponernos frente a los demás. Luego, automáticamente aparece la emoción del miedo para protegernos buscando evitar cualquier tipo de dolor.

La clave para transformar el miedo a hablar en público

Entonces… ¿Qué hacemos con el miedo? El primer paso es reconocerlo como una emoción protectora, como una herramienta que siempre estuvo ahí para cuidarnos y salvarnos de muchas situaciones que tiempo atrás podían significar lo peor.

Lo siguiente es explicarle con amor que esos peligros ya no son tan reales como antes, que estamos preparados para lo que viene, para salir de la zona de confort y pararnos frente al público para dar una gran presentación. 

El camino es hacernos amigos del miedo en lugar de rechazarlo y pelearnos con él, ya que de lo contrario se hará más grande. Seamos compañeros de nuestras emociones. Invita al miedo a que se suba contigo al escenario (no frente a vos, sino a un costadito…) y que vea todo lo preparado que estás para dar esa charla. 

En ese momento empezarás a notar que de a poquito se va haciendo cada vez más chiquito y dejará de incomodarte. Verás cómo te irás olvidando de él y comenzarás a conectar con el público para contarle todo lo que llevas dentro. ¿Listo para salir de tu zona de confort? ¡Vamos! 😉